Y esa tarde. ¡Sí! Tu tarde.
Esa en que en tu corazón nació
enseñarme lo que tu sientes.
Enseñarme tu amor, tus deseos, tus
sueños,
tus ilusiones,
tu corazón,
de esa tarde te hablo, amada mía.
Porque mientras mi corazón te miraba y
te amaba,
me puse a buscar en mi interior
algunas palabras que pudieran expresar
el amor limpio y puro que yo por ti
siento.
Pero no encontré ninguna,
de verdad que no encontré ninguna.
Busqué en los rincones de mi corazón,
busqué en lo profundo de mi alma,
y no pude encontrar ninguna palabra
porque la belleza de tus ojos,
tu ondulada cabellera que caía sobre
tus desnudos hombros,
tus labios inocentes, trémulos y
dispuestos,
tu mirada de extrema inocencia,
tu cuerpo entero, tu vida,
tus sueños.
tu hermosura entera.
superaban cualquier palabra,
cualquier verso,
cualquier poema.
¿Cómo haber podido decirle en esos
momentos a tu corazón
lo mucho que te amo?.
¿Cómo haber podido decirle en ese
instante a tu corazón
que me tenías...
prisionero de ti?.
¿Cómo poder haberle dicho en esos
momentos a tus traviesos ojitos,
que ellos eran los rubíes de mi alma,
si tú me tenías...
prisionero de ti?.
¿Cómo poder haberle dicho en ese
instante a tus manitas,
que no paraban de moverse
nerviosas, inquietas,
cubriendo a veces tu corazón y otras,
tímidamente dejándomelo ver,
que yo las quería coger..
si me tenías...
prisionero de ti?.
¿Cómo poder haberle dicho en esos
momentos a tus trémulos labios,
inocentes, anhelantes, deseosos
que mis labios deseaban posarse en
ellos,
si tú me tenías...
prisionero de ti?.
¿Cómo poder haberle dicho en ese
instante a tu cabellera,
que danzaba alrededor del cielo cada
vez que girabas tu cabecita,
que mi alma quería enredarse en ella,
si tú me tenía...
prisionero de ti?.
Cómo poder haberle dicho en esos
momentos,
a tus coloraditas mejillas,
que eran el sonrojo más hermoso que
había visto yo en en mi vida,
si tú me tenías...
prisionero de ti?.
¿Cómo poder haberte dicho en ese
instante,
que la hermosura de tu piel,
suave y tersa como seda recién tejida,
era el deseo de mi corazón,
si tú me tenía...
prisionero de ti?.
¿Cómo poder haberle dicho en esos
momentos a tu espalda,
que era el camino que mis labios
deseaban recorrer,
si tú me tenías...
prisionero de ti?.
¿Cómo poder haberte dicho esa tarde,
tu tarde,
que eres mi sueño y mi verdad,
que eres el nombre con el que me
acuesto
y eres el nombre con el que me levanto
que eres el aire que entra a mis
pulmones,
que eres cada latido de mi corazón.
si tú me tenías...
prisionero de ti?.
¿Cómo poder haberte dicho esa tarde,
que mirarte era desearte,
era quererte, era amarte,
si tú me tenías...
prisionero de ti?.
Y buscaba dentro de mi, y no encontraba
palabras,
y me puse a buscar en todo el
firmamento,
y hasta el confín del universo llegué
a poner mi pié,
y hasta los ángeles del cielo dejaron
sus quehaceres,
para buscar la palabra que te pudiera
yo decir,
pero tú amada mía...
me tenías prisionero de ti.
Y me acerqué al creador del amor
al que te vió nacer,
Y Él supo lo que quería yo
y sin quitar su mirada de ti, me dijo:
No hay palabras para lo que quieres
no hay palabras ni razón
solamente mirarla..... mirarla y
amarla.
así como lo hago yo.
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