¿Sabes mamá?
Cuando pienso en ti mamà, se me atraganta la garganta,
se empequeñecen mis ojos cuando comienzan a brotar gotas
que se hacen riachuelos,
y que poco a poco se van convirtiendo en torrentes indomables,
es que se me doblan las rodillas, los brazos caen por mis costados
y me entra una somnolencia que solamente me apetece dormir.
Quizàs es una autodefensa de ,mi corazòn para que yo siga soportando mas tiempo
el dolor de haberte perdido.
Es que ¿sabes mamà?.
Desde que te dormiste
pierdo tantas veces en esta mi vida,
que pàrece que esta me haya elegido para ponerme de rodillas
el resto de lo que me queda de existencia.
Es tan triste mi vida.... sin ti.
Es que no hay manera mamá, de que pueda levantar mi pìé.
Pero quería pedirte mamá, que si estás acostadita junto a ella. cuídala mamá,
se llama Alexia, es mi pequeña.
Y por favor dime mamá, dime si está contigo,
porque si no es así, entonces, la seguiré buscando.
Yo le hablaba de ti, de tu gran bondad, de lo bella y hermosa que eras,
de que cuando Dios creó a las mamás, te llamó a tí para que sirvieras de modelo.
Porque tuve el honor y el orgullo de ser tu hijo mamá, es que hoy recordaré
un momento de nuestra vida juntos,
el más felíz de mi vida
de esa tarde que me llevaste a los Juegos Diana,
y nos subimos con mi hermana, los tres, a la "Cuncuna".
Es cierto, era una "montaña rusa" en pequeñito,
tan en pequeñito que solo era un trencito con vagones individuales
que iba por sobre unos rieles dando la vuelta a un cìrculo, y que por debajo,
(donde se apoyan los pies),
tenía aberturas por donde de vez en cuando pasaba un fuerte chorro de aire
que nos hacía recogernos de impresión,
sobre todo cuando comenzaba a cerrarse la parte de arriba
como cuando se cierran los automóviles esos que se llaman "convertibles".
Y después venía lo mejor, cuando nos comprabas golosinas
y alguna flor que ponías entre nuestro cabello,
mientras yo me apegaba a ti, fuertemente a tu falda
para que nunca desaparecieras,
pero eso sí, con mis manos en los bolsillos conteniendo,
para que no se cayeran los dulces que . por mas que lo intentaba ya no cabían mas,
por eso mamá hoy...........
.
.
.
Hoy me pintaré de negro como el color de la noche
no quiero que nadie me vea, porque hoy mi vida se esconde,
me sentaré en la esquina, la esquina de los reproches
y dejaré mis recuerdos apoyados en el borde.
Veré pasar la nostalgia descalza con la tristeza
veré pasar la añoranza acompañada de la pena
todas pintadas de negro como el color de la noche
todas sabiendo que son, las dueñas de mis reproches.
Dicen los entendidos que fue causa de un dolor,
algún trauma adquirido por no se sabe que razón,
hoy, hoy en esta esquina oscura que tiene el color de la noche
me quedaré esperando, esta vez mamá, sin ningún reproche.
Traeré esa tarde al presente
la viviré como entonces
la mas felíz de mi infancia
la que me llenó de flores.
"era una tarde clara con estrellas de colores,
la luz me encandilaba, me sentía entre algodones,
mis bolsillos llenos estaban de caramelos y flores,
y junto a mi, ¡Ah!. Junto a mí, la que yo amaba.
mi mamá de mis amores.
Hoy,
hoy me pintaré de negro como el color de la noche
puede que venga a buscarme,
puede que sea....... esta noche.
....... ........................... .................................... .............
Aún duele mamá, aún duele, y mucho.
Es que me duele el no haber podido decirte....
lo tanto que te amaba.
Y aunque para muchos mamá,
fuiste una mujer sencilla, común y corriente,
para mi.......-.
la más bella de las princesas,
la más hermosa de las reinas.
Mamá
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